El sector de la construcción contribuye al 23% de la contaminación atmosférica, al 40% de la contaminación de agua potable y genera el 50% de los residuos en los vertederos. Además, desde nuestras casas, somos responsables del 4% de emisión de CO2 del mundo. La industria de la construcción no es ajena al impacto en el ambiente, estas cifras no son solo alarmantes, sino que a su vez nos plantean una pregunta muy importante ¿Qué estamos haciendo la respecto? y ¿Cómo está cambiando el panorama inmobiliario -en este aspecto?. La construcción sostenible no solo es el futuro (ahora presente), sino que es la clave para transforma este desafío en una oportunidad que nos beneficie a todos los involucrados en este sector: bancos, promotoras, constructoras, corredores, familias, y por su puesto el ambiente.
Primero que todo hay que puntualizar que, para que un proyecto inmobiliario sea realmente sostenible debe considerar tres aspectos fundamentales:
- El social, ya que debe mejorar la calidad de vida de las personas al mismo tiempo que les permite acceder a servicios básicos.
- El ambiental, porque busca minimizar el impacto en el ambiente usando eficientemente la energía, y en algunos casos, conservando la biodiversidad del entorno.
- Y económico, al buscar la eficiencia en el uso de recursos, mientras que se reducen a su vez los costos operativos y además genera una plusvalía en el valor futuro del inmueble.
Gracias a entidades como los Green Building Councils de los distintos países, en sinergia con el apoyo de sus respectivos gobiernos, es que se han creado diversas certificaciones de sostenibilidad. En el Perú las certificaciones más conocidas e implantadas son la LEED y la EDGE, pero también existe el programa de subsidios del estado MiViviendaVerde que otorga bonos a familias que opten por viviendas que estén en proyectos que cumplan con ciertos criterios de sostenibilidad en uso del agua, energía, tratamiento de residuos entre otros.
Según data de nuestro catastro INCOIN, 1 de cada 4 proyectos de vivienda activos, que cuentan con al menos alguna certificación sostenible, cuenta con certificación EDGE, mientras que un 3% con LEED. Es importante señalar que este último se encuentra más posicionado en el mercado de oficinas, mientras que EDGE por tener unos costos de implementación menores, se ha posicionado más en el mercado residencial.
Del total de la oferta inmobiliaria en el Perú, la mitad (51%) de las viviendas pertenecen a proyectos verdes, y la tendencia nos indica que cada vez más proyectos se continuarán certificando, ya que, además y a nivel muy general, el rendimiento de un proyecto verde duplica al de un proyecto “tradicional” por llamarlo de una forma. Sobre esto último, es importante hacer un zoom al sector, segmento, magnitud del proyecto, acabados, entre otros factores pero, a alto nivel, es innegable que proyectos con certificación verde logran mejores rendimientos por los alicientes que existen desde las entidades financieras, como tasas preferentes, bonos o subsidios por parte del estado, pero además porque tenemos una sociedad cada vez más consciente en cuanto a sus elecciones de consumo se refiere.
Desde Tinsa by Accumin, con nuestras soluciones en valor y asesoría inmobiliaria, te ayudamos a tomar las decisiones correctas para maximizar el valor de tu proyecto inmobiliario adaptándonos a tus necesidades.